Perdieron una batalla, pero están convencidos que ganarán la guerra. Los doctores Eduardo Pozo, Ronald Gallo y Jorge Barrantes contrajeron el coronavirus en plena pandemia y en una coyuntura en la que debían salvarle la vida a cientos de pacientes que llegaban al Hospital Cayetano Heredia de Piura.
Si bien pasaron momentos difíciles en su proceso de hacer frente al COVID-19, estos tres “médicos de roble”, lograron superar el mortal virus y hoy están de vuelta con un objetivo común: retornar a la primera línea de batalla y seguir en guardia por el bien de más peruanos.
“Muchos dirán ya estás viejito, pero mi vocación dice hay que ser útiles”
El doctor Eduardo Pozo Briceño tiene más de 30 años trabajando en el Seguro Social de Salud, se ha enfrentado a muchas enfermedades y ésta no lo vencerá. Tras contraer el COVID-19 estuvo hospitalizado varios días, tenía dificultad respiratoria y se tomó la decisión de realizarle una tomografía, la misma que determinó que casi el 60% de sus pulmones estaban dañados
“Fui hospitalizado en área de COVID-19 y se aplicó el protocolo con buenos resultados, fue oportuna la atención, hubo buena respuesta y en 7 días estuve de alta, hice el reposo correspondiente y ya estoy nuevamente en la lucha” sostuvo.
“No hay mejor oportunidad que estar donde nos necesitan”
El doctor Ronald Gallo también cayó presa del COVID-19 en pleno trabajo, una tomografía y la prueba molecular determinaron que el virus se había apoderado de él, decidió aislarse y llevar el tratamiento en casa. A continuación, los días fueron complicados, pero enfocó sus deseos de curarse pensando en su familia. Dos de sus tres hijos serán médicos como él, había que mostrarles la fortaleza, la fuerza y las ganas de continuar ayudando.
“Son momentos difíciles para el mundo entero, para nuestro país, pero no hay mejor oportunidad que estar donde nos necesitan sobre todo en los momentos duros como el que vivimos”
“Agradezco a mi familia, a Dios y a mi institución EsSalud”
Más de 20 años trabajando para el Seguro Social en Salud, hacen que la institución sea su segundo hogar. El Dr. Jorge Barrantes, médico internista, también prefirió aislarse en su casa luego de dar positivo al COVID-19. Luchó y venció pese a que se trata de una nueva enfermedad.
“Solo quiero agradecer a mi familia, a Dios y a mi institución, también a todos mis colegas jóvenes que están en la primera línea de batalla, debo volver a la lucha, soy médico de experiencia y sé que mis pacientes me necesitan” acotó.
Los médicos de acero ya están reintegrados, todos coinciden que la enfermedad debe tratarse para mejores resultados en su fase inicial, así se podría evitar llegar a la temida unidad de cuidados intensivos. Los 3 finalmente reconocen el arduo y profesional trabajo que hacen los jóvenes médicos enviados desde Lima, como parte de las brigadas de EsSalud.
