A partir de hoy, el hospital de EsSalud en Talara será el nuevo centro de trabajo de esta nueva brigada de profesionales de salud, dispuesta a arriesgar su propia vida con tal de ayudar a la población Piurana, bastante golpeada por el mortal COVID-19.
Del grupo aéreo número ocho, 5 médicos generales y 6 enfermeras se embarcaron con el único objetivo de servir a su país, su vocación y responsabilidad pudieron más. No tuvieron que pensarlo siquiera, solo estaban atentos a la llamada que les hiciera EsSalud a través de sus convocatorias, así llegó el gran día, era hora de batallar contra el coronavirus y a decir de todos, vencerlo.
El coordinador de EsSalud Martín Tito los acompañará en esta nueva responsabilidad frente a la emergencia sanitaria
“Siempre es grato contar con profesionales aptos y con un nivel de profesionalismo al tope, nos inyectan nueva energía para seguir enfrentando la emergencia” señaló.
“Estuve en Iquitos, hoy rumbo a Talara”
Ya tiene una idea de lo que encontrará en Talara, la doctora Katherine Leiva estuvo el mes pasado en Iquitos, rodeada de pacientes con covid, su día a día se sorteaba entre la vida y la muerte. A sus 27 años tiene muchísima experiencia en el tratamiento de pacientes contagiados con el virus, prácticamente lo ha visto todo, su vocación de servicio siempre primó
“Iquitos fue una experiencia muy dura, una realidad cruel y despiadada, al principio me chocó, pero pude dar lo mejor de mí y logramos atender a cientos de pacientes, logramos salvarles la vida, para mi es una prioridad ayudar” acotó.
Sus padres están preocupados, pero se sienten más orgullosos, su hija la Dra. Katherine es un verdadero ejemplo de profesionalismo y ayuda al necesitado.
“Mi esposo cuidará de mis 3 hijos, yo debo estar en primera línea de batalla”
La licenciada en enfermería Elsa Miguel, a sus 37 años tiene muy claro lo que debe hacer. Ha perdido el miedo, ya ha trabajado con pacientes COVID antes de este viaje. Está muy agradecida con su esposo pues durante esta temporada será él quien vigile a sus 3 hijos de ocho, cuatro y dos años.
“Mi hija de 8 años me dice que me cuide y por supuesto yo le hago caso, cumplo estrictamente con todos los protocolos, pero sé que debo ayudar, viajo con este ánimo, daré todo de mi” acotó.
Desde el colegio, Elsa Miguel le ha tendido la mano a todo aquel que lo requiera, recuerda que durante la secundaria visitaba albergues para niños, conducida por unas monjas de la iglesia a dónde asistía. Los cuidaba, les daba de comer y jugaba con ellos. Su amor al prójimo estuvo demostrado desde pequeña.
Profesionales de la salud, expertos en solidaridad, afecto y capacidad.
