¡MILAGRO DE AMOR! Los esposos, Manuel Márquez Zambrano (35) y Vanesa Malatesta Castro (35), asegurada del Seguro Social de Salud, tenían el gran el deseo de tener en sus brazos a su primer bebé. Dos veces este anhelo estuvo a punto de hacerse realidad; pero, lamentablemente, la incompetencia cervical que padecía causó que Vanesa perdiera a sus bebés a los 6 meses de gestación. Sin embargo, gracias a los cuidados recibidos en el Hospital Víctor Alfredo Lazo Peralta, este sueño se hizo realidad.
La pequeña Hanna nació, pesando 3 kilos 170 gramos, su nacimiento ha llenado de amor e ilusión a sus padres y de mucho orgullo al personal asistencial que permaneció al lado de la paciente durante 5 meses y medio, período de hospitalización que era fundamental para lograr el descanso completo de la madre con el objetivo que la bebé no se desprenda del útero y nazca sana.
Previamente a quedar embarazada por tercera vez, la paciente fue sometida a una cirugía de alta especialización a nivel del útero, a fin de asegurar que pueda retener al feto. Durante su internamiento en este establecimiento de salud, desde el 16 de setiembre último, tuvo varias amenazas de aborto. Pese a las adversidades los esposos, nunca se rindieron, su valor, fe y perseverancia fue bendecida con la llegada de su primogénita.
El gerente de EsSalud Madre de Dios, Dr. Iván Ramos Mendoza, expresó, que, este hecho demuestra que para Dios nada es imposible. “Gracias por la bondad que ha tenido con ellos y porque ha podido guiarnos en los tratamientos clínicos [realizados a la paciente]. Su llegada a este mundo es lo más lindo, es una bebé que ha sido tan deseada por sus padres y ahora ya se van a casa. Los felicito”, resaltó, la autoridad.
El pasado 25 de febrero, día en que la madre y la niña fueron dadas de alta del Hospital Víctor Alfredo Lazo Peralta de EsSalud, el papá de la niña, expresó, que el alumbramiento de su hija representó todo un reto. “Me voy muy agradecido con el staff de médicos y enfermeras por la atención y los ánimos que siempre le dieron a mi esposa. Ella en cama y en reposo siguió todas sus instrucciones”, comentó, esbozando una sonrisa.
La feliz madre, dijo por su parte, “estamos muy alegres de tener a nuestra bebé en brazos. Gracias a los doctores que nos han acompañado, gracias por su paciencia y profesionalismo. Mi embarazo era alto riesgo, pero siempre sentí, tranquilidad, fe y esperanza”.
En el frontis del hospital de EsSalud Madre de Dios, el personal médico y asistencial despidió con aplausos a la pareja y a la recién nacida.
